Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Rom.14:17
Solo oigo y leo las espantosas historias de 31 años de dictadura. No concibo como la gente pudo resistirlo. Tuve la bendición de llegar al mundo cuando ya el país empezaba a respirar otro aire.
Los reinos de este mundo siempre serán imperfectos, pero eso no implica que en nuestro medio se imponga la maldad y la crueldad dictatorial de alguien que, en vez de servir a su pueblo se adueñe de él, de sus propiedades, de su gente, y disponga a su antojo de todo. Pido al Señor que la Republica Dominicana deje cada vez más atrás esa historia de sangre y dolor y que nos encaminemos alguna vez hacia la institucionalidad que nuestros héroes soñaron.
OH QUISIERA DESPERTAR UN DIA
ResponderEliminarOh quisiera despertar un día...
y notar emocionado
el rumor de nuevos vientos
y ver que todo ha cambiado...
Notar la calma que reina
sin tendiones enfermantes,
silencio: no por el miedo
sino por la paz reinante.
Oh quisiera despertar un día...
Y oir sobresaltado
los gritos desaforados
y mil voces a porfía.
Y salir apresurado
espectante y asombrado
y ver a todos llorando
y gozozos abrazados.
Y al preguntar yo: Que pasa?
con lágrimas y con risas
me digan: Pues, no lo sabes?
Ya cayó la tiranía!!...
Oh quisiera despertar un día...
y respirar extasiado
aire puro y sin cadenas,
y no de muertes viciado.
Que al monte pueda salir
y con gozo así apreciar,
sin nadie que me lo impida
mi bello, mi patrio lar.
Oh quisiera despertar un día...
Y apenado contemplar
a las madres enlutadas
que a sus hijos que cayeron
un tributo van a dar.
Ver las esposas, los hijos,
hermanos y padres todos,
mirando con faz serena
sin temores y sin odios.
Ver a todos los ausentes
de tierras lejanas volver,
verlos postrados dar gracias
y de la paz y el progreso
dignos la tea encender.
Oh quisiera despertar un día...
Y ver de cada cuartel
una escuela, un hospital,
donde se enseñe sin miedo
la libertad, la moral...
donde el enfermo, el inválido,
puedan su mal aliviar,
donde el huérfano, el caído,
puedan también reclamar.
Ver de cada bayoneta
un arado, un implemento
que hiera la tierra pródiga
para que brinde el sustento
de aquellos que sudorosos
en jornadas calcinantes
mueren de inanición
al tirano enrriqueciendo.
Ver a todos los labriegos
cultivando su parcela,
y vendiendo cuando quieran
y al precio que les convenga
el producto de su esfuerzo
arrancada así a la tierra.
Oh quisiera despertar un día...
no más honra al asesino
ni desfiles en su honor,
ver que de amargo recuerdo
de triste pasado siniestro
ya no quede ni el rumor.
Que junto a la paz impere
la justicia y la equidad,
que todos seamos iguales
ante jueces y jurados
y que halla fraternidad.
Oh quisiera despertar un día...
Que ya nuestros hijos puedan
libremente transitar,
que no les humillen y vejen,
y no se les encarcele
por la libertad amar.
Y ver que todos alaban
como dicte su intelecto
al Dios justo, al Dios recto,
sin que se fuerce a aceptar
tal forma de religión
o tal modo de adorar.
Oh quisiera despertar un día...
y ver que todos marchamos
con el fusil en el hombro
de la libertad en pos.
Y si la muerte me abate
no me importa si con ello
ha caido el opresor.
Que a los Duartes y a los Sanchez,
a los Mellas y otros más,
se les rindan los tributos
que manda su condición
de próceres y patricios
que un día su sangre dieron
por libertar la nación.
Oh quisiera despertar un día...
que los derechos humanos
puedan ya ser proclamados
sin hipocresía falaz;
no más hambre ni torturas,
ni cárceles ni mentiras,
y que cese la crueldad...
Que la prensa esté sin trabas,
que toda literatura
de moral y de cultura
pueda libre circular,
ya no más noticias falsas,
que el periódico y la radio
digan siempre la verdad.
Oh quisiera despertar un día...
ver que no se nos explota,
y ver mejores jornales,
que veamos el producto
de nuestro esfuerzo y sudor;
que cada hogar sea un sagrario
y que no haya más miseria
sino gozo, paz y amor.
Oh quisiera despertar un día...
y gritar a voz en cuello
Abajo la tiranía!!
Y gritar a pecho lleno
Que viva la libertad!!...
Oh quisiera despertar un día
y sentir que mi cadena
rota está.
FIN
R. Gruger
En ese entonces: Ciudad Trujillo
Junio de 1959.