La persona bondadosa busca la manera de ayudar. Las últimas palabras de Pablo fueron: “Siempre les he enseñado que así se debe trabajar y ayudar a los que están en necesidad, recordando aquellas palabras del Señor Jesús ‘Hay más dicha en dar que en recibir’.” La bondad tiene interés especial en el necesitado y los menos afortunados. Cuando uno se identifica con la persona en mala situación y se imagina lo que sería estar en la misma circunstancia, esto estimula a la ayuda práctica y la auténtica bondad.
El nombre de una mujer misionera, físicamente diminuta, la Madre Teresa , es bien conocido. Ciertamente ella era bondadosa, andaba las grandes ciudades de la India , recogiendo a los pobres que se morían en la calle para llevarlos a un asilo y si no curarlos, al menos prepararlos para morir dignamente. No era un trabajo fácil. Tales personas eran como desechos humanos, pero ella una vez dijo: “Yo veo en cada uno la cara de mi Señor Jesucristo.” No es simplemente algo bonito o una buena idea hacer bien al prójimo, es un mandato del Señor. Que Dios nos ayude a cultivar este precioso e importante fruto por el poder del Espíritu Santo.
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